4/22/2021

"LA BUENA ES LA PFIZER"


 

Camino por el vestíbulo de la Ciudad de la Justicia, escuchando conversaciones de forma fortuita. Me sorprendo al oír dos de ellas en particular. Dos frases para mayor concreción. Las siguientes: “La Pfizer es la buena” y “¿Cuál le han puesto, la cara o la barata?”. Lo primero que me viene a la cabeza es lo afortunados que son aquellos que ya han sido vacunados, y cuándo me tocará a mí. Con mucha suerte, antes de que acabe el año. A primera hora de la mañana, he escuchado en televisión que los de la franja 50-59 seremos vacunados con las que sea que haya disponibles. Pienso: qué más da. Este año me han vacunado por primera vez de la gripe y no se me ha ocurrido preguntar qué marca era, quién la fabricaba y qué coste tenía. Sin parar de cavilar sobre el tema, llego a casa y, al poco rato, recibo la noticia de que han llamado a mis padres para ser vacunados. Lo celebro sin más, porque es lo que se esperaba. Mi hermana, en cambio, les da instrucciones expresas, les dice que sobre todo pregunten qué vacuna les ponen. Yo no apostillo nada. Me da exactamente igual qué vacuna les ponen, sólo quiero que les vacunen y que tengan los mínimos efectos secundarios. A poder ser, ninguno. En la seguridad de mi hogar y con mi pragmatismo innato continúo cavilando. Me vienen a la cabeza frases tipo “Lo barato sale caro”, “No siempre lo más caro es lo mejor” o “Que los clientes te busquen por bueno y no por barato”. Me ordeno dejar de pensar. Ni yo, ni el 99,9% de los que opinan sabemos absolutamente nada sobre el coste real de las vacunas, sobre el compuesto de estas, o sobre el contenido de los acuerdos adoptados entre los Estados y las farmacéuticas. Si tuviera la oportunidad de preguntar a un experto (entiéndase como tal, un científico o un representante acreditado de la EMA), intentaría adquirir el mayor conocimiento posible sobre cuestiones ignotas para mí y desvanecer algunas dudas al respecto. Mientras esta oportunidad no llegue (probablemente no llegará), opto por escuchar a los médicos de referencia que continuamente están siendo entrevistados en los medios de comunicación. Y escojo quedarme con los titulares que alivian. Uno en particular: “La mejor vacuna es la que te ponen”. Punto, no hay más. Lo único que me importa es que lleguen, que las que lleguen no se estropeen, que se pongan todas las dosis que se reciban, que se sigan criterios médicos para su suministración, y que se distribuyan proporcionalmente a la densidad poblacional.

¡Ojalá pueda publicar mi próxima entrada estando ya vacunada! 😉

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