Nada que oponer al respecto.
Sin embargo, hay un sector poblacional, que en verano alcanza su mayor floración, y al que le tengo bastante inquina. Son los conocidos popularmente como los "quiero y no puedo".
Gente que para viajar a lugares que de otra manera no podría permitirse, compra los billetes de avión más baratos que encuentra. Viajando sin seguro, a horas intempestivas, con escalas, sin facturar maleta. En definitiva, sin nada que conlleve un sobrecosto por pequeño que sea.
Una vez en el lugar, y antes de que les pille la tormenta, hacen fotos para subir a Instagram y presumir de dónde han estado. Porqué, no nos engañemos, Instagram es un vivero de vanidad.
Pero, cuando les pilla la tormenta y les cancelan el vuelo de regreso a su lugar de origen se lamentan a nivel experto. Algunos hasta llaman a conocidos programas de radio para exponer públicamente su plática.
Ocultando, obviamente, que tienen que dormir en el suelo del aeropuerto porqué han agotado el límite de la tarjeta de crédito y no pueden ni pagarse una noche de hotel extra. O que llevan una semana alimentándose de bocadillos, cuando exigen ahora a la aerolínea que les paguen un menú completo.
Aunque hay otros muchos ejemplos de ello, no quiero extenderme más.
Acabo con una frase de Mafalda: "A mí me da igual que la gente no piense igual que yo.... a estas alturas con que piense me conformo" Sobre todo, antes de iniciar un viaje.
Adenda: Yo viajo en Low Cost y publico en Instagram. No querría que este escrito me supusiera mi primer "Hater". Confío en que será leído como una crítica ligera a la incoherencia de algunos actos humanos. Y cómo una sugerencia a contratar seguros de viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario